lunes, 2 de julio de 2012

El Olimpo de los Dioses

Existe un lugar privilegiado al que sólo ascienden los mejores. Existe un lugar en el que únicamente tienen cabida los más grandes. Un lugar que no está en la tierra, y al que llamamos el Olimpo de los Dioses. Se nos llena la boca, y con razón, hablando de santos, de cracks, de héroes, de magos…Se nos llegan, incluso, a agotar los calificativos para una generación de futbolistas sin precedentes, un grupo de jugadorazos que parecía imposible que pudieran coincidir en el tiempo y en el mismo país. Pero así es y por suerte visten de rojo y hablan español.

La justicia futbolística quiso que en esta Eurocopa el primer partido de España y el último fueran contra Italia, con el mismo once y ante el único que ha conseguido marcarnos un gol en esta competición. Un rival que en la fase de grupos nos pedía que nos olvidáramos del famoso ‘biscotto’. Y nosotros lo entendimos así: no les eliminamos en la liguilla porque lo queríamos hacer a lo grande, en toda una final, en el mejor partido de la Roja en la Euro, y con un resultado abrumador que nunca antes se había dado en una final ni de Eurocopa ni de Mundial.

Y la historia y la justicia futbolística también quisieron que tras ver generaciones de grandes jugadores caer en octavos, claudicar en cuartos, fallar penaltis decisivos y goles cantados, tatuarnos a fuego nombres de árbitros que no vieron o no quisieron ver,  ponernos los nervios a flor de piel y hacernos creer que nunca ganaríamos ni al parchís, como digo, esa justicia nos debía y les debía esto: ser la única selección en conseguir el triplete dorado. 


Llegados a este punto no voy a hablar de las paradas de Casillas; de las cien veces que hemos visto los goles de la final, desde todos los ángulos y a todas las velocidades posibles, y eso que fue anoche; ni de que por fin Xavi fue determinante, como venía pidiendo a gritos a lo largo de la competición; y ni siquiera voy a hacer esos chistes fáciles, tales como que al final nos comimos los espaguetis con papas, pero con mojo, claro, o que Balotelli es adivino: vaticinó la cantidad de goles que veríamos aunque no le quedó muy claro que no sería él quien los marcaría…

De lo que sí voy a hablar es de Del Bosque, porque si todavía hay alguien que sigue pensado que lo que ha logrado el salmantino es suerte o fruto de la casualidad, que se lo haga mirar porque no hay más ciego que el que no quiere ver. Sólo él en la historia del fútbol tiene una Eurocopa, un Mundial, una Champions y una Intercontinental. Demasiada suerte concentrada en una sola persona, ¿no?

Un gran Del Bosque que es otro de nuestros héroes, como los 23 jugadores, que no lo son sólo por lo deportivo, sino también y sobre todo por lo humano: en la celebración mostraron sus recuerdos y homenajes a Puerta, Roqué, Preciado y Jarque, hicieron un pasillo de honor a los perdedores, consolaron a cada rival italiano y renunciaron a la prima que iban a recibir por ganar la Eurocopa. ¡Sin palabras!

Así que sí, que existe un lugar privilegiado al que sólo ascienden los mejores, que existe un lugar en el que únicamente tienen cabida los más grandes, un lugar que no está en la tierra y que se ha teñido de rojo: el Olimpo de los Dioses es español. ¡Gracias campeones!