Supongo que a muchos de vosotros os suena esta frase de una serie típica de los 80. Para los más seguidores, como fue mi caso, es una de esas expresiones legendarias. Todos recordamos a Hannibal, el jefe de ‘El equipo A’, diciéndola cuando terminaban con éxito cada misión. Es, incluso, lapidaria. ¿Os imagináis que en nuestra tumba pusiera nuestro nombre, la fecha de nacimiento y defunción, y, al lado, ‘Le encantaba que los planes salieran bien’?
Bueno, vale, sería muy friki. Pero ayer me vino a la cabeza. No, no lo de la tumba, sino la frase, porque tal vez eso mismo fuera lo que pensó Mourinho al ver cómo su equipo, además de jugar muy bien, dio un recital al Zaragoza en La Romareda, endosándole un 0-6. ¡Así, para abrir la temporada! Ya que si la 2010-2011 terminaba con un 8-1 al Almería en el Bernabéu, dos de ellos de Cristiano Ronaldo, ayer daba inicio esta nueva campaña con media docena, tres del crack portugués. Y gracias a Roberto, el portero maño, que paró todo lo que pudo, porque hubiera caído alguno más.
Así que me imaginé a Mourinho al más puro estilo Hannibal, frotándose las manos en el banquillo con cada gol del Madrid y diciéndole a Karanka eso de “Me encanta que los planes salgan bien”. Eso sí, el portugués cambiaría el puro de Hannibal por su pizarra electrónica, o su bloc de notas, según le dé. Los dos comparten el pelo canoso, el arte de “disfrazarse”, el liderazgo y un equipo a muerte con ellos, porque lo que Mou diga a misa va…
Cristiano Ronaldo sería Fénix, no sólo por ser el guaperas, que es obvio, y el de la gomina, que también es evidente, sino por ser el ligón. El que siempre liga goles, claro. No podía ser otro el que abriera la lata del Madrid, el que le diera el primer gol a los blancos, ayer de negro. Fue en el minuto 24, en una contra que finaliza con Özil dándole un gran pase entre dos centrales, y el luso golpeándola con la izquierda de primeras. También marcó el cuarto, en el 70: Benzema abre a Di María, que deja el pase perfecto al portugués y sólo tiene que empujarla. Y el sexto, a cuatro minutos del final, con una gran asistencia de Kaká por la derecha, y Cristiano supera a Roberto, también a placer…
Sobre quién sería Murdoch tampoco tuve muchas dudas. Sería Kaká, que ayer marcaba el quinto de la noche en el 81, tras unos pocos minutos en el terreno de juego. El brasileño recorta y da un derechazo cruzado, propio del mejor Kaká, el del Milán. Y, ¿por qué sería Murdoch? Porque, por momentos, es el incomprendido, al que todo el mundo espera, y que aparece cuando le dan sus brotes de lucidez, dándonos la alegría a todos los madridistas. ¡Como la locura de Murdoch! Y, aunque sabemos que no se puede curar, siempre mantenemos la esperanza de que esos flashes de lucidez cada vez sean más largos e intensos, como sus goles, que son genialidades dentro de su locura…
Y, por último, M.A. Marcelo y Alonso. El músculo y el cerebro. Ambos conforman al grandullón y algo malhumorado M.A. El brasileño fue como un nueve más. En el 28 fue el autor del segundo gol del Madrid, con un tiro cruzado a pase de Ramos, al que CR7 no llega. Y el tercero, como no, de Xabi Alonso, en el 63, un disparo raso desde la frontal del área, muy típico del donostiarra…Estos dos valen su peso en oro, como el que M.A. llevaba colgado en su cuello y expuesto en sus dedos…
PD: Y aquí si me pongo seria y no hay analogía que valga. La mala imagen del partido de ayer la protagonizó, nuevamente, un láser. Otra vez un puntero láser sobre Cristiano Ronaldo cada vez que iba a lanzar una falta. ¡Ya está bien, sea sobre el jugador que sea y en el campo que sea! Esto no hace ningún bien ni a los jugadores, ni al espectáculo ni a los estadios que lo permiten y en donde se cuelan muy a menudo. ¡Qué diferente sería si se sancionase a los estadios en los que se viera el puñetero láser! Vale, probablemente no se salvaría ni uno, pero ya va siendo hora de que se tomen medidas.
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