miércoles, 28 de septiembre de 2011

De un gol legendario a unas manos santificadas

Volvió a sonar el himno de la Champions en el Bernabéu. ¡Y de qué manera! Y es que no lo hacía desde la ida de la semifinal de la Liga de Campeones de la temporada pasada, la del 27 de abril ante el Barça. Bueno, tampoco hacía tanto tiempo, teniendo en cuenta lo mal que nos había ido en años anteriores, en los que no pasábamos de cuartos. 


Parecía que el himno era una premonición de lo que iba a ocurrir, ya que, mientras sonaba, Kaká y Cristiano Ronaldo compartían unas risas, las mismas que tendrían tras marcar sus goles y ver cómo Benzema hacía lo propio. E Iker sonreía, también parecía algo premonitorio teniendo en cuenta la buena actuación que tendría durante el partido, volviendo a sacar sus manos providenciales a pasear.

A los 50 segundos llegó el primer tiro del Ajax a la portería del Santo, en el que será el último partido de sanción para Mourinho. Aunque está pendiente de dos, que dependían de su comportamiento. Y parece que se ha portado bien, así que en el próximo encuentro europeo ante el Olympique de Lyon ya estará sentado en el banquillo.

En el minuto 14, otra mano salvadora de San Iker, esta vez por alto, pero a partir del 15 el Madrid empezó a carburar, especialmente Özil, Benzema y Cristiano Ronaldo. Incluso Arbeloa intentaba sorprender llegando hasta la línea de fondo, al más puro estilo Marcelo, que no pudo jugar por ver la roja ante el Dinamo de Zagreb. Y Xabi Alonso empezó a dar sus pases, más que largos, larguísimos…Se notaba que el gol estaba al caer


Y cayó en el 25. Minuto en el que llegó el gol legendario, el de enmarcar, un golazo de Cristiano Ronaldo, pero no tanto por la definición del portugués en sí, que también, sino por toda la jugada, desde campo blanco, al primer toque, pasando por cinco jugadores merengues: Sergio Ramos, el mago Özil, Kaká -con pared incluida con Cristiano-, Benzema y el siete merengue, que remató a bocajarro. Un auténtico golazo que hizo levantar al Bernabéu.

¡Qué potencial ofensivo! ¡Qué contragolpe, buscando siempre el desmarque del compañero y previendo lo que iba a hacer el otro, interiorizando el siguiente pase a dar y dónde había que ponerlo! ¡Mágico! Fue, sin duda, la jugada perfecta, como si fueran actores de una obra de teatro que ensayan la escena final y la bordan. Así fue el primer gol del Real Madrid anoche. Una verdadera maravilla. 


Y en el 41 llegó el segundo, obra de Kaká. El brasileño, que ya ha empezado a despertar del letargo, no sólo hizo un gran partido ante el Rayo Vallecano, sino también ante el Ajax. Y todo comenzó con Xabi Alonso, que dio uno de esos pases en largo y medido que tanto le identifican, cambiando a la banda izquierda, donde le esperaba el astro brasileño, que no perdonó desde la frontal del área. Y ocho minutos después, el que faltaba por marcar, Benzema, puso el tercero en el marcador, en otra jugada por la izquierda, y con Kaká como asistente: se la puso en el punto de penalti y con un derechazo le pasó el balón por debajo de las piernas a un defensa del Ajax. 


Así que un 3-0 para un partido en el que Casillas no se relajó ni un minuto, corroborando que siempre será el Santo; en el que Altintop debutaba como jugador del Real Madrid; en el que se demostró que el mejor Kaká está cada vez más cerca; y en el que quedó claro que el Madrid a la contra es letal y que también sabe de qué va eso del ‘tiqui taca’, al menos en el primer gol, aunque todavía sigue teniendo ciertas lagunas…Como diría Adebayor: “Poco a poco, amigo”.

domingo, 25 de septiembre de 2011

El Madrid del Doctor Jekyll y Mister Hyde

Tan sólo le bastaron 12 segundos al Rayo Vallecano en el Bernabéu para hacer el gol más tempranero que ha recibido el Real Madrid en su historia en el fortín blanco. Lo logró Michu tras un rechace de Iker Casillas a un potente disparo de Tamudo. Y todo ello tras una pérdida imperdonable de Lass en el centro del campo. Así empezaba el Real Madrid-Rayo Vallecano, con el susto en el cuerpo…Imagínense si fue pronto, que me lo perdí. Eso sí, con la de repeticiones que pusieron me dio tiempo de aprendérmelo de memoria y no creo que lo olvide nunca. 


Durante los primeros 20 minutos el Real Madrid fue Mister Hyde, ya que cedió el control del partido a los de Sandoval. A mí no me estaba gustando nada lo que estaba viendo y por momentos me venía a la cabeza la derrota en el Ciudad de Valencia ante el Levante o el empate con el Rácing en el Sardinero. Menos mal que después empezó a aparecer el Doctor Jekyll y se encarrilaron las cosas, empezando porque Mourinho, esta vez sí, acertó con los cambios, especialmente con el de Özil por Lass.

El alemán empezó a calentar en el 16, justo en el minuto que Di María veía su primera amarilla de la noche, por una zancadilla a un rival, y no sería la última, no zancadilla sino amarilla del argentino. Además, el entrenador blanco no dejaba de dar indicaciones a Lass desde la banda, a grito pelado, aunque después en rueda de prensa reconoció que le dolió cambiarle, pero que era por el bien del equipo…Pues menos mal que lo hizo. Lo que estaba claro es que no era la noche de Lass, porque no sólo falló en el gol sino que cada llegada del Rayo al área de Iker siempre estuvo precedida por una pérdida del francés en la medular


Pero si el centrocampista galo tuvo una mala noche, la buena la tuvo Kaká. Que buscaba siempre dar la asistencia perfecta para que sus compañeros hicieran el resto. Y en el 38 llegó el gol, más bien el golazo de Cristiano Ronaldo, el primero del Madrid y del luso anoche, y a la contra, gracias, como no, a una estupenda asistencia de Kaká. El brasileño, además, provocó la falta de la que salió el segundo tanto madridista en el descuento: Xabi Alonso la cuelga, la defensa del Rayo se duerme, Sergio Ramos remata de cabeza y se la pone a Higuaín ‘a huevo’ para que marque a puerta vacía.

Tras el descanso, nuevamente Kaká provocó el penalti que supuso el tercero del Madrid, el segundo de Cristiano Ronaldo, que la pegó a matar, a la esquinita. Pero cuatro minutos después llegó el segundo de Michu, que pilló dormida a la defensa blanca. Y en el minuto 10, Di María vio la segunda amarilla por una mano más que evidente. Así que el Madrid, de nuevo, con 10. Pero si tiene algo bueno este Madrid es que no se viene abajo, y Mou efectuó dos cambios más, también acertados: Khedira por Kaká y Benzema por Higuaín. Y llegó el primer gol de Varane como jugador del Madrid, y lo hizo a lo grande: en el saque de un córner de Xabi Alonso el francés sólo ve posible darle de espuela. Así que golazo para abrir su cuenta personal como merengue.

Luego, la polémica, entre comillas, porque Movilla no vio la que podía haber sido su segunda amarilla por lo mismo que Di María, por una mano clara, y se la perdonó el árbitro, sería por eso de ir perdiendo. Aunque esto provocó el buen rollo en la zona técnica entre Mourinho y Sandoval. Así da gusto ver al portugués. Y un minuto después, el gol de Benzema, uno más, con una gran asistencia del Mago Özil y un derechazo inapelable del francés desde la frontal del área.

Y en el 38 llegó el sexto del Madrid, el tercero de Cristiano Ronaldo, también de penalti, a lo panenka. Así que otro hat-trick del portugués, aunque dos de ellos fueran de penalti, pero también hay que meterlos


En definitiva, el Madrid fue Doctor Jekyll y Mister Hyde en el Bernabéu: en los primeros 20 minutos, el señor Hyde recibió la primera pitada del fortín blanco esta temporada, debido a esa mala imagen inicial, que no gusta nada al madridismo, porque no termina de verse al Madrid de pretemporada ni del primer partido de Liga. Pero luego Jekyll fue aplaudido y ovacionado por la remontada y posterior goleada. Esperemos que poco a poco sólo se vea al buen doctor, y no al desagradable monstruo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Porque la Liga no es cosa de dos

Sí, parece que el Real Madrid ha dicho: “Ya que todos, con Del Nido al frente, piensan que la Liga es cosa de dos, pues vamos a llevarles la contraria, pero sólo por eso. Todo lo que sea contribuir a que el presidente del Sevilla se trague sus palabras, bienvenido sea”, deberán pensar. Pues ni por ésas puedo aceptar el empate de ayer en Santander y mucho menos tras la derrota del domingo en Valencia. 


Porque, en definitiva, el Madrid está perdiendo puntos en campos cuyos equipos no son sus rivales en puestos de Champions, como diría Iker Casillas, con todo el respeto del mundo. Y es que ayer los de Mourinho, con camiseta negra y pantalón blanco, no fueron los de pretemporada. De hecho llevan desde el partido ante el Getafe, aunque lo ganaran, que ni se les reconoce. Menos mal que la segunda temporada del luso suele ser mejor que la primera. ¿Habrá que darle tiempo? Y eso que se llevó a toda la plantilla a Santander, incluso a los lesionados y al sancionado Khedira. Pero esa conjura no sirvió de nada.

Y el premio para el sacrificado ayer se lo llevó…Sergio Ramos, que se quedó en el banquillo, tal vez por sus declaraciones después de perder contra el Levante en las que aseguró que no había excusas y que todos eran culpables de la derrota. Como ya le pasó, supuestamente, a Casillas por llamar a Xavi y Puyol tras la Supercopa, y, también supuestamente, a Cristiano Ronaldo por decir que no le gustaba esa manera de jugar…Cosas de Mou, o ¿son cosas mías?

Lo único que le tengo que recriminar al Rácing es la acción de Bernardo en el minuto 8, que golpea la cara de Benzema sin venir a cuento: choca de forma intencionada con Karim, va a por él desentendiéndose del balón, porque ni siquiera estaba el esférico por esa zona, y encima no ve ni la amarilla por esa agresión. Y hasta ahí lo único que le recrimino.


En cuanto al Madrid, lo podría resumir así: no estuvo cómodo; no hizo su juego; le costaba arrancar; y con Özil desaparecido (sólo se le vio cuando le mostraron la amarilla en el minuto 20 y entre el 30 y el 35, que empezó a usar la banda derecha, aunque sirviera de poco). Además, Marcelo era el único que ponía algo de chispa a un Madrid sin plomos; y Cristiano Ronaldo tampoco estaba, no literalmente claro, y es que ni su rito en las faltas era el mismo, lo hacía con desgana, sin convicción. Aunque la entrada de Di María parecía que le daba al Madrid más profundidad, presionaba y aprovechaba las bandas, aunque en sus centros no había nadie para rematar o llegaban un pelín tarde. Y en la segunda parte, Kaká y Di María mostraron buenas combinaciones en la banda izquierda, pero de poco sirvió…

Buen resumen, ¿no? Así que nos trajimos un 0-0 del Sardinero, donde la temporada pasada marcamos 3. Pero bueno, esto no es cómo se empieza, sino cómo se acaba…Espero que el ‘segundo año Mourinho’ nos dé la razón…

jueves, 15 de septiembre de 2011

De rojo fallón

Después de 38 años sin vestir de ese color, el rojo le dio suerte al Real Madrid en Champions. Los de Mourinho, con Karanka en el banquillo –debido a la sanción impuesta por la UEFA al luso-, sellaron su debut en la Liga de Campeones con una victoria, a domicilio y por la mínima, sobre el Dinamo de Zagreb, en un partido dominado por los madridistas, aunque sin efectividad, y por la dureza en algunos lances del encuentro. 


En la primera parte, la ocasión más clara para los blancos, anoche de rojo, salió de las botas de Benzema, tras un gran pase de Di María, justo al hueco, pero el disparo termina rozando el larguero. Y cuando no era el travesaño, o se iba alto, ahí estaba Kelava, el portero del Dinamo, para salvar a su equipo. A partir de anoche, en Zagreb es el nuevo héroe nacional o el Santo croata. Incluso le sacó una mano providencial a Cristiano Ronaldo, dos seguidas a Di María y Özil, y alguna más a Coentrao y Benzema.

Los blancos tuvieron que esperar hasta la segunda parte para ponerse por delante en el marcador, gracias a un zurdazo de Di María. Todo ello tras una gran combinación de Cristiano Ronaldo, Benzema, Marcelo y el argentino, que acaba con el balón en la escuadra de Kelava, justo en el punto donde ‘el santito’ no llegaba. ¡Menos mal!


Y en el 72, la expulsión de Marcelo, que vio la segunda amarilla en tres minutos tras tirarse en el área. Para mí le tocó muy levemente y él resto lo hizo el brasileño, pero es verdad que el árbitro fue muy estricto con los ‘rojos’, cuando antes de eso a Coentrao le hicieron una de roja, porque desde el suelo el rival levanta la pierna para darle, desentendiéndose completamente del balón, y no vio ni amarilla, y ya la de Cristiano Ronaldo no tiene ni color y tampoco vio tarjeta, una entrada con la plancha y al tobillo. Una muy similar a la de Pepe sobre Alves en el Camp Nou y que le costó la expulsión. Y lo peor es que, por esta roja, Marcelo se pierde el partido ante el Ajax de la próxima semana en el Bernabéu.

Por suerte Casillas sólo tuvo que intervenir dos veces en el partido, las ambas con seguridad, como es él, que ‘se siente seguro’ –algo que nos transmite a todos los madridistas- y resolviendo sin complicarse. Eso sí, al final me tragué mis palabras: mientras veía el partido me estaba mosqueando la puñetera manía de Di María de internarse, siempre por el centro, por donde están todos los rivales. Y yo me pregunta que para qué es lateral, que por qué no aprovechaba las bandas. Pero claro, marcó el golazo, y se acabaron mis reflexiones, me las comí con papas. Así que confianza plena en el argentino desde entonces.


En definitiva, el Madrid estuvo muy fallón, aunque al final se llevó tres puntos de Zagreb, los primeros en esta liguilla de la Champions, y Cristiano, otros tres, pero en el pie, por aquélla entrada. El luso tiene muy claro por qué no le protegen los árbitros: dice que porque es guapo, rico, un gran jugador y le tienen envidia. Dice que a otros les protegen y a él nunca. Así, ¡porque yo lo valgo! Y miren que soy madridista y ‘cristianista’ pero se le ha ido un poco. Entiendo el cabreo, entiendo que el árbitro debería haber sido más duro con los del Dinamo y mostrar las tarjetas que debía, pero de ahí a decir eso…En fin, Cristiano al rojo vivo.