viernes, 6 de enero de 2012

Un cambio de cara

“En el vestuario les dije que debían limpiar la basura que habían hecho en la primera parte. Mi pregunta es: si lo hicieron en el segundo tiempo, ¿por qué no en el primero? Eso habrá que preguntárselo a mis jugadores. Y porque sólo tenía tres cambios, si hubiera tenido once hubiese cambiado a los once que estaban jugando”. Ésta fue una de las críticas de José Mourinho en sala de prensa a sus hombres tras el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey que les enfrentaba al Málaga en el Bernabéu. 


Pues a Mourinho tan sólo le bastaron esos tres cambios para enmendar la primera mala parte realizada por los suyos, en la que recibieron dos goles, ambos en acciones a balón parado. El primer tanto de Sergio Sánchez, y el segundo de Demichelis. En esos primeros 45 minutos sobrevoló por la cabeza de nosotros, los madridistas, temporadas pasadas en las que el Madrid caía a las primeras de cambio…Pero, de momento, no es así, ya que la entrada de Özil, Khedira y Benzema con la reanudación permitió al Real Madrid cambiar la cara.

Que no habían estado a la altura, que les faltó lucha y talante, que ellos fueron los que hicieron las cosas mal, que no prestaron atención, que como al principio no van a ningún sitio, que no estaban contentos con su rendimiento…Éstas fueron las autocríticas más repetidas entre los jugadores blancos, ¡y razón no les faltaba!


Hasta ahí la primer parte, porque la segunda fue otra historia, empezando por el homenaje improvisado del Bernabéu cuando, yendo todavía el Madrid por debajo en el marcador, se puso en pie para ovacionar a Van Nistelrooy cuando fue sustituido. El holandés dijo emocionado que aceptaba el gesto con todo su corazón, que no tenía palabras y que estaba muy agradecido, aunque disgustado por el resultado.

Un disgusto comprensible, ya que en diez minutos el Madrid tiró de casta y remontó el partido gracias a los tantos de Khedira, Higuaín (con la ayuda de una mala cesión de Sergio Sánchez a Caballero) y Benzema.


Así las cosas los blancos irán a La Rosaleda con una ventaja mínima. Algo que no deja satisfechos ni a los madridistas ni a Pellegrini, que no se fue contento ni por la eliminatoria abierta ni por el resultado. Ahora habrá que esperar a ver qué cara saca el Real Madrid en la vuelta: la que le endosó un 0-4 a los malacitanos en su casa en la jornada 9, o la de la primera parte de la ida de octavos de la Copa…La próxima semana saldremos de dudas.

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