lunes, 29 de agosto de 2011

"Me encanta que los planes salgan bien"

Supongo que a muchos de vosotros os suena esta frase de una serie típica de los 80. Para los más seguidores, como fue mi caso, es una de esas expresiones legendarias. Todos recordamos a Hannibal, el jefe de ‘El equipo A’, diciéndola cuando terminaban con éxito cada misión. Es, incluso, lapidaria. ¿Os imagináis que en nuestra tumba pusiera nuestro nombre, la fecha de nacimiento y defunción, y, al lado, ‘Le encantaba que los planes salieran bien’? 


Bueno, vale, sería muy friki. Pero ayer me vino a la cabeza. No, no lo de la tumba, sino la frase, porque tal vez eso mismo fuera lo que pensó Mourinho al ver cómo su equipo, además de jugar muy bien, dio un recital al Zaragoza en La Romareda, endosándole un 0-6. ¡Así, para abrir la temporada! Ya que si la 2010-2011 terminaba con un 8-1 al Almería en el Bernabéu, dos de ellos de Cristiano Ronaldo, ayer daba inicio esta nueva campaña con media docena, tres del crack portugués. Y gracias a Roberto, el portero maño, que paró todo lo que pudo, porque hubiera caído alguno más. 


Así que me imaginé a Mourinho al más puro estilo Hannibal, frotándose las manos en el banquillo con cada gol del Madrid y diciéndole a Karanka eso de “Me encanta que los planes salgan bien”. Eso sí, el portugués cambiaría el puro de Hannibal por su pizarra electrónica, o su bloc de notas, según le dé. Los dos comparten el pelo canoso, el arte de “disfrazarse”, el liderazgo y un equipo a muerte con ellos, porque lo que Mou diga a misa va…


Cristiano Ronaldo sería Fénix, no sólo por ser el guaperas, que es obvio, y el de la gomina, que también es evidente, sino por ser el ligón. El que siempre liga goles, claro. No podía ser otro el que abriera la lata del Madrid, el que le diera el primer gol a los blancos, ayer de negro. Fue en el minuto 24, en una contra que finaliza con Özil dándole un gran pase entre dos centrales, y el luso golpeándola con la izquierda de primeras. También marcó el cuarto, en el 70: Benzema abre a Di María, que deja el pase perfecto al portugués y sólo tiene que empujarla. Y el sexto, a cuatro minutos del final, con una gran asistencia de Kaká por la derecha, y Cristiano supera a Roberto, también a placer…


Sobre quién sería Murdoch tampoco tuve muchas dudas. Sería Kaká, que ayer marcaba el quinto de la noche en el 81, tras unos pocos minutos en el terreno de juego. El brasileño recorta y da un derechazo cruzado, propio del mejor Kaká, el del Milán. Y, ¿por qué sería Murdoch? Porque, por momentos, es el incomprendido, al que todo el mundo espera, y que aparece cuando le dan sus brotes de lucidez, dándonos la alegría a todos los madridistas. ¡Como la locura de Murdoch! Y, aunque sabemos que no se puede curar, siempre mantenemos la esperanza de que esos flashes de lucidez cada vez sean más largos e intensos, como sus goles, que son genialidades dentro de su locura…


Y, por último, M.A. Marcelo y Alonso. El músculo y el cerebro. Ambos conforman al grandullón y algo malhumorado M.A. El brasileño fue como un nueve más. En el 28 fue el autor del segundo gol del Madrid, con un tiro cruzado a pase de Ramos, al que CR7 no llega. Y el tercero, como no, de Xabi Alonso, en el 63, un disparo raso desde la frontal del área, muy típico del donostiarra…Estos dos valen su peso en oro, como el que M.A. llevaba colgado en su cuello y expuesto en sus dedos…


PD: Y aquí si me pongo seria y no hay analogía que valga. La mala imagen del partido de ayer la protagonizó, nuevamente, un láser. Otra vez un puntero láser sobre Cristiano Ronaldo cada vez que iba a lanzar una falta. ¡Ya está bien, sea sobre el jugador que sea y en el campo que sea! Esto no hace ningún bien ni a los jugadores, ni al espectáculo ni a los estadios que lo permiten y en donde se cuelan muy a menudo. ¡Qué diferente sería si se sancionase a los estadios en los que se viera el puñetero láser! Vale, probablemente no se salvaría ni uno, pero ya va siendo hora de que se tomen medidas.

jueves, 25 de agosto de 2011

Último trofeo del verano, primera jornada de Liga

El Madrid se presentó ayer ante su afición ganando, con remontada incluida, el Trofeo Santiago Bernabéu al Galatasaray por 2-1. Y ya van 22 las copas en homenaje al que fuera presidente madridista que se quedan en Chamartín. Pero, ¿qué fue lo más destacado de la noche?


1. En el día en el que Ujfalusi volvía a Madrid, a visitar el que durante tres temporadas fue su enemigo en el derbi, Mourinho tuvo que sentirse más que respaldado por los madridistas. No sé si apabullado o crecido por ese apoyo, pero se evidenció, y mucho, en los cánticos que entonaba el coliseo blanco y en las numerosas pancartas tipo: ‘Mou, tu dedo nos señala el camino’ (hay que tener narices, bueno, y ojos…), ‘Mou, nuestro apoyo es inquebrantable’ (no como el ojo de Tito…), ‘Mourinho, cómo no te voy a querer’ (si en el fondo somos unos románticos…). Tal vez éstas fueron las razones por las que el técnico luso no salió ni una vez del banquillo. 


2. Carvajal, Morata y Álex Fernández, campeones de Europa Sub-19, fueron homenajeados antes del pitido inicial y después de que el Bernabéu presenciara la presentación de los cinco fichajes madridistas de este verano: Sahin, Altintop, Varane, Callejón y Coentrao, aunque sólo los tres últimos jugaron. El central francés fue el único que debutó ayer en el Bernabéu, porque Callejón y Coentrao ya lo hicieron en la ida de la Supercopa, aunque no desde el inicio. Pero está claro que el orden de los factores no altera el producto.

3. El Galatasaray salió enchufadísimo, robando en la medular y muy rápido en las contras. Suerte no haber endosado algún gol más. Y yo me preguntaba: ¿estos no saben que es de mala educación ganar el trofeo al anfitrión? El gol del Galatasaray llegó en el minuto 10, obra de Inan, en una jugada en la que Ramos no está acertado ante Eboue en el regate que le da la asistencia. Pero el Indio de Camas se resarció con un portentoso cabezazo, gracias a un gran centro de Xabi Alonso. Ya en el segundo tiempo, y tras seis minutos en el césped, el iluminado, el gatito convertido en tigretón, Benzema, marcó el definitivo 2-1, también a pase del donostiarra. ¡Y qué pase! Con el exterior y casi sin mirar encuentra el hueco entre dos centrales turcos, adónde llega Karim, y, en un mano a mano con el portero, no perdona. 


4. En el Bernabéu ha nacido un nuevo Santo, Adán, que salvó al Madrid en el 91, al más puro estilo Iker ante un potentísimo disparo. Pero no fue el único canterano en dar una gran imagen: Morata y Álex Fernández estuvieron muy enchufados los minutos que jugaron, que fueron pocos, pero bien aprovechados. Además, debutó Mendes, un joven portugués fichado por el Castilla, y que Mourinho le dio ayer la oportunidad de presentarse en sociedad.

5. Higuaín no se pudo resarcir ante Muslera por la Copa América: Uruguay eliminó a Argentina en los penaltis en cuartos de final gracias a la gran actuación del joven portero uruguayo, que le paró uno a Tévez. Pero éste no fue el día del Pipita, a pesar de tener un mano a mano con el cancerbero, que antaño no hubiese perdonado. Está claro que el argentino todavía no está del todo en forma, le falta ganar velocidad y regate. Tiempo al tiempo.


6. En esta puesta de largo jugaron 21 de los 22 hombres convocados por Mourinho, a excepción de Casillas. El capitán sólo apareció para recoger el trofeo junto con Sergio Ramos. Dicen las malas lenguas que era como castigo por llamar a Xavi y a Puyol después de lo ocurrido en la vuelta de la Supercopa de España, con el fin de zanjar los problemas entre los internacionales de Madrid y Barça, pero Mourinho dijo en rueda de prensa que Adán necesitaba minutos y que Iker puede llamar a quien quiera. Que cada uno crea lo que le apetezca, pero esto recuerda un poco al castigo a Cristiano: tras decir que él se adaptaba a lo que Mou decía a pesar de que no le gustaba jugar de esa manera, el portugués estuvo fuera de la convocatoria cuando el Madrid recibió al Zaragoza y perdió. Casualidades de la vida.

7. Bueno, esto ya no es nada destacado del partido de ayer, pero…Gracias a la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) y a la LFP (Liga de Fútbol Profesional) por llegar al acuerdo para desconvocar la huelga de este fin de semana. Así que sí: ¡COMIENZA LA LIGA! ¡Ya era hora! Ya necesitaba mi dosis de fútbol. Al final va a ser verdad eso de que sería imposible vivir sin fútbol, bueno, era sin música, pero, en fin, cada uno lo adapta a sus necesidades…

martes, 23 de agosto de 2011

Nunca es tarde…si la disculpa es buena

He de decir que me sorprende. Que ya no la esperaba, pero que me alegra que José Mourinho se haya dignado a escribir la carta que esta tarde publicaba la página Web oficial del Real Madrid (www.realmadrid.com), pidiendo disculpas a la afición madridista por su actitud en el último partido. Sí, el de la vuelta de la Supercopa de España en el Camp Nou. Para mí ya no será más el del Mou-dedo en el Tito-ojo.


Como madridista, me halaga y acepto sus disculpas. Le perdono, porque lo más difícil es reconocer los errores y pedir perdón, sobre todo, públicamente, que es como tiene que ser. Gracias por hacerlo, por hacer que me sienta orgullosa de mi equipo en el campo y de mi entrenador en el césped y fuera de él. Nunca es tarde si la disculpa es buena. ¡Ha valido la pena!

Este gesto sí le hace más honroso, mejor madridista y más grande como profesional y persona. Aunque he de confesar que mi alegría sería completa si también pidiera disculpas a Tito Vilanova y al barcelonismo. Vale, sí, por parte del Barça hubo gestos y palabras de provocación, pero por el Madrid también. Era un partido de mucha tensión, con mucho en juego, y los nervios, a veces, como los sentimientos, son incontrolables. Pero, como se ha dado cuenta, su actitud era injustificable. Nunca se puede llegar a algo tan bajo y vil, y menos dar una imagen tan mala de un Club con mayúsculas, de un Club con tanta historia y tantos seguidores en todo el mundo.

Sé que algún día se dará cuenta de que también debió pedirles perdón a ellos, no exclusivamente al madridismo. Aunque yo las acepto de buen grado y seguirá teniendo mi apoyo como entrenador, motivador y estratega.

A continuación os dejo la carta íntegra de José Mourinho. Cada uno sacará sus propias conclusiones:

“Ante las informaciones aparecidas en diferentes medios de comunicación José Mourinho quiere dejar claro lo siguiente:

Sólo quien no me conoce puede soñar, inventar o creer que pueda marcharme ahora del Real Madrid…Me parece que mucha gente se quedó impresionada con la calidad del fútbol demostrado por el Real Madrid en esta pretemporada, y sería para ellos una sorprendente noticia que yo abandonara el club ahora. ¡Imposible!

Tengo un presidente fantástico, con una gran inteligencia, y al que además me une una gran amistad. Y tengo también un director general que trabaja para el club 24 horas al día, por lo que siento que mi motivación es enorme y mi madridismo mucho más grande que el de algunos pseudomadridistas…


No me marcho. Seguro. ¡Segurísimo!

Y quiero dirigirme al madridismo para disculparme ante él, y sólo ante el madridismo, por mi actitud en el último partido. Algunos están más adaptados que yo a la hipocresía del fútbol, lo hacen con la cara escondida, con la boca tapada y en lo más profundo de los túneles. Yo no aprendo a ser hipócrita. Ni aprendo ni quiero. 

Un abrazo a todos y nos vemos mañana en el Santiago Bernabéu”.


 Y tanto que nos veremos…¡Hala Madrid!

viernes, 19 de agosto de 2011

Madridista, sí, mucho, pero avergonzada

Lamentable. Bochornoso. Vergonzoso. Dantesco. Así fue el espectáculo que dio José Mourinho en los últimos minutos del Barça-Madrid de la vuelta de la Supercopa de España, disputada el miércoles, y de la que sí, ya se ha hablado y visto mucho. La acción del entrenador portugués es incalificable, injustificable…No tiene nombre.

Reconozco que he necesitado un día más para escribir esto, no porque el Madrid perdió a pesar de haber hecho un gran partido de ida y una genial primera parte del de vuelta, sino porque me sentía tan avergonzada que no sabía por dónde empezar. Yo siempre he defendido al técnico blanco, especialmente cuando decía lo que muchos madridistas pensábamos, aunque sus formas, en más de una ocasión, no han sido las correctas. Y siempre que se ha pasado lo he reconocido y manifestado.

Pero he de decir que, tras lo del miércoles, ha perdido parte de mi simpatía hacia él, y lo que me duele más es que, por su culpa y por acciones como ésta, pueda perder parte de la adoración que siento por mi Real Madrid, sólo porque se comportó de manera para la que ni siquiera encuentro calificativo, y menos justificación. Sólo porque, por sus errores, mi equipo está empezando a tener una imagen de barriobajero y de sucio en todo el mundo. Y me pregunto: ¿qué queda del Madrid de las glorias deportivas, del pundonor, del señorío, del caballero del honor, del noble, del que “cuando pierde da la mano”? ¡Es duro! Aún así sigo siendo madridista, porque, como en los matrimonios, juntos en la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo. Sobre todo en lo malo. 


Hay algo que se nos enseña desde pequeños, o, al menos, en mi caso fue así: responsabilizarnos de nuestros actos. No tirar la piedra y esconder la mano, en este caso el dedo. Y fue lo que hizo Mourinho al no reconocer en sala de prensa lo que había hecho. ¡El colmo de los colmos! Al menos di que fue un momento de calentura, pero no te hagas el loco. No seas tonto, si hay decenas de cámaras grabando y lo han visto. ¡Qué feo! Ésa no es la imagen del Real Madrid que yo siempre he seguido, apoyado y por el que hasta llorado de alegría, de frustración y de pena…

No, ése no es mi Madrid, y Mou, el del dedo en ojo ajeno, no me representa como madridista. Con esa actitud no, porque no me hace sentir orgullosa al decir que soy seguidora merengue. ¡Cómo duele ver esa imagen de mi Real Madrid recorriendo el mundo! No nos merecemos esto. No podemos permitir esto, porque somos muchos los que nos sentimos defraudados. 

Pero adoro el blanco, el merengue, a Di Stéfano, a Don Santiago Bernabéu, a Raúl, a los ‘zidanes y pavones’ y mi estadio en Chamartín. Y adoro cómo se me pone el vello de punta al oír mi himno con esa increíble voz de Plácido Domingo diciendo aquello de ‘Hala Madrid’. No es justo que por sus idas de cabeza, al madridismo, que es un sentimiento, que duele y que apasiona, lo esté tirando por tierra. Porque él llegará un día en el que se vaya, pero el Madrid seguirá, y no es justo que lo haga con esa imagen tan perjudicada que él habrá dejado. 


Señor Mourinho, sea merecedor de llevar este escudo en el pecho, de que se le relacione con el mejor club del siglo XX, y pida perdón. Es lo que debería hacer: pedir perdón primero a los madridistas y después al Barça. Eso le haría mejor persona, porque como entrenador, estratega y motivador ya es grande.

lunes, 15 de agosto de 2011

Despertó el mejor Madrid: los blancos sí que estaban ‘concentraos’

Mourinho y sus hombres saltaron anoche al Bernabéu como tenían que haberlo hecho en los Clásicos ante el Barça de la pasada temporada, es decir, a comerse al rival en casa. ¡Vaya, lo que esperábamos todos los madridistas! Y dio gusto verles tocar el balón, llegando con facilidad al área rival. Aunque nadie garantiza que jugando bien se acabe ganando un partido, y más cuando la Diosa Fortuna ayer vistió de azulgrana, y la justicia, de fútbol, entiende poco.

En el once inicial no estaba ninguno de los nuevos fichajes blancos. Saltaron al césped los mismos hombres que recibieron la manita en el Camp Nou en noviembre. Pero eso daba igual, era el momento de resarcirse. Y Benzema fue el primero en avisar a los tres minutos con un derechazo que se va por poco por el lateral de la portería de Valdés, que, a la postre, sería el mejor del equipo culé, su salvador, porque tuvo un asedio continuo de los jugadores del Real Madrid.

Y siguieron más tiros de Benzema, y de Cristiano Ronaldo, y hasta de Sergio Ramos de volea…Los de Mourinho marcaron el ritmo durante todo el partido…Y en el 12 llegó el gol merengue, del Mago Özil, eso sí, con toda una jugada de Benzema. ¡Qué grande está el francés! Di María da un pase en largo desde campo blanco por la banda derecha a Karim, que se lleva a Abidal de una manera elegante, y con el exterior, y casi sin hueco, le da un pase perfecto al alemán, que está por allí para empujarla con ese toque personal que sólo tiene el mago.


Y los blancos seguían a lo suyo: ir por delante en el marcador no era suficiente para relajarse. ¡Cómo funcionaba el equipo, cómo jugaba, cómo llegaba! Casillas ni siquiera había tenido que intervenir en toda la primera parte. Y enfrente, un Barça sin ideas, y el Madrid a seguir asediando a Valdés, que en alguna tendría que fallar.

Pero en el 35 la suerte volvió a tocar al Barça, y a la bota de Villa: el Guaje hizo uno de esos golazos para la posteridad, por toda la escuadra, justo a la esquina a la que Casillas no llegaba. Es verdad, no lo merecían los culés, pero siguen teniendo suerte. Eso no desanimó a los de Mou, que continuaban teniendo al Barça donde querían, en su terreno.

Y en el 45, más fortuna. Messi, el que ni la había olido en 45 minutos, sólo para dar la asistencia a Villa en su gol, marcaba el 1-2, ayudado por la mala actuación de la defensa madridista, que se armó un lío entre Khedira, que despeja mal, Carvalho, que mira cómo lo hace el alemán, y Pepe, que resbala y se va al suelo por ir con la sexta marcha puesta. Así que dos llegadas, dos goles. Sin hacer nada, sin ser el típico Barça, tirando de efectividad y algo de suerte, iba ganando al descanso, porque, tópicamente, el fútbol es así.

Ya en la segunda mitad el Madrid seguía presionando, a por todas, aunque el Bernabéu estaba dormido: ni silbidos a los azulgranas ni apoyo a los blancos. Y en los primeros 15 minutos de la segunda parte, el Barça empezó a ganar confianza, pero salió el ‘concentrao’ Coentrao. Debutaba en el Bernabéu, el que será su estadio, esperemos que por muchos años, en un partido oficial. ¡Y qué partido se pegó!


Y en el mismo minuto que entró el luso, marcaba Xabi Alonso, cayéndose al suelo desde la  frontal del área y ante la mirada impasible de cuatro defensas del Barça y de Valdés. El empate llegó cuando menos lo buscaba el Madrid, y venía de un gran control y asistencia de Pepe, que después, y por eso de ir con la sexta marcha puesta, la volvió a tener con Alves: uno que va pasado y con fuerza y el otro que exagera hasta el roce de una mosca…En fin, que gracias a eso, y al gol de Alonso, el Bernabéu despertó, como ya lo había hecho el Madrid en su juego y en su intensidad.

Después llegaron los intentos fallidos de Cristiano Ronaldo, que lo buscaba de todas las formas y colores, sin obtener su merecido fruto. Ni Benzema tampoco. Tal vez en el Camp Nou. Aunque sí se evidenció la conexión que tiene con Özil, cómo se entienden. Qué bien hizo la entrada de Coentrao al campo, dando más movilidad al mago teutón. Y cuando Villa se iba, el fortín blanco se acordaba de su eterno capitán y de la Selección: “Raúl, Raúl, Raúl” cantaba. 


Y, como no hay Clásico sin polémica, en los últimos minutos llegaron los dos penaltis que el árbitro se tragó con papas: el de Valdés sobre Cristiano, que cuando está en el suelo saca la mano para derribar al portugués y que no llegue al balón, y el de Marcelo sobre Pedro. Ah, y sí, Messi jugó toda la segunda parte, aunque no lo pareciera, y eso que no llevaba la elástica de Argentina.

En definitiva, un 2-2 muy injusto para el Madrid. Un partido que nos deja claras varias cosas: la primera, que Mourinho estuvo acertadísimo con los cambios; la segunda, que el Madrid fue muy superior al Barça, sí, como lo leen, el Madrid, algo a lo que pocos estábamos acostumbrados y más ante el eterno rival; y tercera, que los jugadores culés se sabían al dedillo eso de que “ellos llegan en mejor momento que nosotros”. ¿Qué pasa, que fue la lección que aprendieron en la vuelta al cole?

En fin, que hoy los seguidores culés sólo hablan de Pepe y sus enajenaciones mentales, porque de fútbol, de ese juego que dicen que dominan, que es su filosofía, no pueden hablar, porque ni siquiera lo hicieron en el campo. Que el segundo año de Mourinho es mejor que el primero se empezó a demostrar en la pretemporada, pero se tiene que refrendar en el Camp Nou, y si es levantando el título de la Supercopa mucho mejor.

jueves, 11 de agosto de 2011

Pero, ¿esto qué es?

Cada vez que veo la imagen de Iker Casillas parando el penalti a Di Natale, su cara de seguridad, desafiante incluso; a Cesc Fábregas marcando el último penalti; y al resto de jugadores corriendo por el campo como locos gritando y celebrando la victoria sobre Italia, se me ponen los pelos de punta. Recuerdo aquel 22 de junio de 2008, aquellos cuartos de final de la Eurocopa. Y recuerdo dónde lo vi: en un concierto en Las Palmas de Gran Canaria.

Bueno, más bien antes de que comenzase. Ya que Marc Anthony esperó a que concluyese el encuentro para subirse al escenario, casi 45 minutos más tarde de lo que debía, para que los más de 20.000 seguidores suyos y de La Roja pudiesen terminar de disfrutar, en dos pantallas gigantes, del partido en el que España pasó a semifinales, rompiendo su gafe de los cuartos y de Italia. Estos sí son dos pájaros de un tiro.


El cantante puertorriqueño se enfundó una camiseta de nuestra Selección y se sumó a la fiesta española como si fuera uno más. Bueno, más bien él terminó de liarla al son de ‘Valió la pena’. Y tanto que la valió…

Os preguntaréis, y estáis en todo vuestro derecho, que a qué viene todo esto. Pues es sencillo: viene por el partido que enfrentaba ayer a España e Italia en Bari. Un amistoso en el que nuestra Selección y la azzurra se volvían a encontrar después de aquel 22 de junio de 2008. Eso sí, de manera amistosa, o más o menos.

Todo empezó con el himno español. Y he de decir que los italianos nos “adoran”: cómo nos pitaban durante el himno, aunque después fueron camuflados por aplausos. Supongo que era normal tanta ira, ya que para ellos, más que un amistoso, era una vendetta. Y cuando comenzó el italiano, todo el mundo a cantar. A Buffon y Cassano se les hinchaba hasta la vena. Y no es para menos. Si algo ha dejado claro la Copa América es que el aficionado espera que sus jugadores se dejen la garganta durante el himno. Si no que se lo pregunten a Messi. Después de eso ya ningún jugador se la juega. Nunca mejor dicho. Por suerte, en España no tenemos ese problema.

Y del resto del partido, ¿qué queréis que os cuente? Todos lo habéis visto. La tetracampeona del mundo, con su ego herido, salió desde el inicio a por el partido, mientras España, y sobre todo su defensa, estaba a por uvas. Si al final va a ser verdad que se relajan en los amistosos, o al menos es lo que parece


Los de Del Bosque, prácticamente, no la olieron en toda la primera parte…y yo me preguntaba: pero ¿esto qué es?, pero ¿esto qué es?, como diría el gran Matías Prats. Supongo que ya no estoy acostumbrada a que España juegue mal y no toque el balón, aunque ésa es la tónica dominante en los últimos amistosos. Pero, como decimos todos, mientras en los oficiales no fallen, como si quieren hacer el pino-puente durante los amistosos…

Tras el gol italiano, el susto de verdad lo protagonizó, en el 14, Torres cuando pedía el cambio y entraba Llorente. El jugador del Chelsea sufrió una pequeña conmoción cerebral y decía sentirse desorientado…Más o menos como toda la Selección en la primera parte. Aunque, es verdad, no es un tema para bromear. Por suerte, tras el TAC parece que el ex-colchonero está bien. Y todos nos alegramos. 


En la segunda parte, España empezó a parecerse algo a sí misma y el mejor de los nuestros era Silva, que buscó su recompensa, pero, por desgracia, no la obtuvo. Lo que sí se evidenció es que sigue habiendo química entre Villa y el grancanario. Aunque he de confesar que echaba de menos las ausencias: a Ramos, Puyol...y ¡a Raúl!

En definitiva, que nos trajimos un 2-1 de Bari, en un partido muy malo de España, que terminó con algo bueno: al menos en los amistosos España ha mejorado. ¡Ya no nos traemos cuatro goles! Quien no se consuela...


 Y ahora ya sí, por fin, a empezar a pensar en la Supercopa de España, y en la segunda camiseta del Madrid para la Champions, más bien en su color. Me encanta el rojo, pero ¿qué tiene que ver con el merengue? Vale, que el violeta, el azul y el negro tampoco, pero ¿rojo?...Ahora no seremos merengues sino gazpachitos...En fin, mientras nos dé resultado como si es rosa chicle...