Muy bien le vinieron al Madrid los cambios realizados por Mourinho en la segunda parte de su partido contra el Apoel en la ida de los cuartos de final de la Champions, porque a los blancos les costó romper la muralla defensiva chipriota, pero en los últimos 15 minutos, gracias a la entrada de Marcelo y Kaká en el campo, los revulsivos brasileños, consiguieron firmar más de medio pase a semifinales de la Liga de Campeones.
Y los encargados de rubricarlo fueron tres hombres: Benzema, que hizo un doblete y ya es el máximo goleador madridista en esta Champions; el ya mencionado Marcelo, que convirtió la banda izquierda en un correcalles y regaló una asistencia a Kaká; y el 8 blanco, cómo no, porque, por momentos, demostró destellos del Kaká del AC Milan.
Y los encargados de rubricarlo fueron tres hombres: Benzema, que hizo un doblete y ya es el máximo goleador madridista en esta Champions; el ya mencionado Marcelo, que convirtió la banda izquierda en un correcalles y regaló una asistencia a Kaká; y el 8 blanco, cómo no, porque, por momentos, demostró destellos del Kaká del AC Milan.
Pero al margen del resultado, un 0-3 a favor de los blancos, cabe mencionar varios detalles: la presencia de Sahin como titular y su buen trabajo supliendo a Xabi Alonso -para lo poco, por no decir nada, que ha jugado esta temporada-, aunque el damnificado fue Granero; los piropos que le echó Mourinho a su rival, diciendo que el Apoel es el equipo más importante de la Champions por la hazaña que ha logrado –llegar a cuartos-; y lo poco que le gustan a Mou las comparaciones, o sólo la comparación entre Marcelo y Coentrao, porque dice que no se comparan cosas que no se pueden comparar…Pues muy bien.
A pesar de todo ello, cuando se certifica más de media eliminatoria, lo que vuelve es el buen humor y la sonrisa. Es lo que tiene recuperar la palabra y la senda de la victoria, y andar un pasito más hacia la ansiada décima. Pero ‘piano piano’, que queda la vuelta. Aunque ya se ha visto que tanto al Apoel como la Real Sociedad les ha tocado pagar los platos rotos de los empates ante Málaga y Villarreal.
A pesar de todo ello, cuando se certifica más de media eliminatoria, lo que vuelve es el buen humor y la sonrisa. Es lo que tiene recuperar la palabra y la senda de la victoria, y andar un pasito más hacia la ansiada décima. Pero ‘piano piano’, que queda la vuelta. Aunque ya se ha visto que tanto al Apoel como la Real Sociedad les ha tocado pagar los platos rotos de los empates ante Málaga y Villarreal.
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