jueves, 16 de diciembre de 2010

Y España, otra vez la mejor del mundo

Vamos a dejar de lado, por un momento, todo lo relacionado con la Operación Galgo, y los intentos de Eufemiano Fuentes de salpicar a la Selección Española de Fútbol con absurdas e infundadas acusaciones sobre dopaje.

Tenemos algo que celebrar. Aunque ya empezamos a estar acostumbrados, pero aún así lo seguimos disfrutando con el mismo entusiasmo: España sigue liderando, por tercer año consecutivo, el ranking FIFA.

La campeona de Europa en 2008 y del Mundo en 2010, sigue a la cabeza de esta clasificación, seguida de Holanda, subcampeona en Sudáfrica, y Alemania, que, para más inri, ha dejado fuera del podio a Brasil, la pentacampeona, la del conocido jogo bonito.

Sin duda, una gran noticia, que, además, se suma a la merecida entrega del Guante de Oro a Iker Casillas, nuestro portero, campeón europeo y mundial, por su más que brillante actuación en el último Campeonato del Mundo, y que recogió el martes en Alemania, un país cuya selección, curiosamente, ya sabe lo que es tenerle enfrente.


En definitiva, y como diría el anciano del anuncio de una conocida marca de todoterrenos de hace unos años, aunque cambiando, eso sí, al protagonista de la frase: Y España, ¿qué?, otra vez la mejor del mundo. Esperemos que este año sí pueda decir eso de el Madrid, ¿qué?, otra vez campeón de Europa. Pero, para eso, Casillas deberá seguir a ese nivel, entre otras cosas…

Eufemiano, no me toques a mis niños

Sucio, rastrero, malintencionado, intolerable…Así (y con algún calificativo más que se les ocurra, que seguro que hay muchos) se podrían definir las palabras del conocido doctor Eufemiano Fuentes, insinuando que si él hablara la Selección Española de Fútbol no tendría ni Eurocopa ni Mundial. Y cuando digo conocido me refiero a que siempre está, qué casualidad, implicado en casos de dopaje: en ciclismo y atletismo (de momento, que sepamos) desde los años ochenta. Y suma y sigue.


Lo que no entiendo es cómo sigue ejerciendo la medicina, bueno sí, porque, por ejemplo, con relación a la Operación Puerto de 2006, donde, como no, está imputado, todavía no se ha celebrado la vista oral, así que “normal” que siga habilitado. ¡Esto es de país tercermundista! ¿Tan pocas pruebas tienen de que está enredado siempre con el doping? Y lo que es peor, por su culpa, puede que incluso lleguemos a dudar de los logros españoles conseguidos en los últimos años en deportes como atletismo o ciclismo. Y recuerdo que a la vuelta de la esquina están las próximas Olimpiadas.

Pero lo que es más intolerable es que encima pretenda manchar el buen nombre, la deportividad y el mérito de los jugadores y el cuerpo técnico y médico de La Roja, insinuando que también ha habido dopaje en estos profesionales. Es verdad que el fútbol no está exento de doping. Ha habido casos muy sonados como el de Gurpegui con nandrolona, o aquellas famosas imágenes de un joven Cannavaro en la Juventus inyectándose neotón.

Pero de ahí a que se le ocurra sembrar la duda sobre los hombres de Aragonés y los de Del Bosque es inaceptable. Sólo por eso habría que inhabilitarle de por vida y encerrarle. Además, como dijo Xavi Hernández, respondiendo al doctor, también se les hace controles antidopaje, y más en competiciones de tan alto nivel, y siempre han dado negativo. Así que ahora vete intentando demostrar que es verdad lo que has insinuado, listillo.

Hay que recordarle a Eufemiano que el fútbol es un deporte de equipo, que si te dopas, sí, tal vez llegas antes a un balón o aguantas mejor los 90 minutos, pero ni de broma mejoras en técnica, que es en lo que prácticamente se basa este gran deporte, y mucho menos haces mejorar a tus compañeros que no se dopan, así que, ¿de qué te sirve el doping en el fútbol? Y, ¿de qué te sirve a ti, Eufemiano, intentar ensuciar la imagen de nuestros futbolistas campeones? ¡Qué manera más rastrera de escurrir el bulto!

Así que, ya sabes doctor, ¡ni se te ocurra tocar a mis chicos!

jueves, 9 de diciembre de 2010

Compuestos y sin mundial

Rusia y Qatar. Destinos llamativos, diferentes el uno al otro, con opciones de ocio y entretenimiento dispares, pero con una similitud desde el pasado jueves: ambos acogerán un Mundial de fútbol. Los primeros en 2018 y los otros en 2022. 

Ahora ya no podremos decir eso de qué se nos ha perdido en estos países para ir a visitarlos. Pues vayan ahorrando dinero porque sí se nos ha perdido algo: España jugará allí estos Mundiales. Y mientras, nosotros compuestos y sin la competición más importante de selecciones de fútbol.

La candidatura ibérica, por lo visto, sólo nos cuajó a españoles y portugueses, que íbamos muy confiados de nuestras posibilidades, por contar con los mejores y mayor número de estadios, con unas buenas infraestructuras y transportes, siempre y cuando a los controladores no les dé por ponerse malos todos el mismo día y a la misma hora.


Pero eso no fue suficiente para convencer a Blatter y compañía, además de los petrodólares, un asunto en el que no voy a entrar, porque me parece demencial, ya que se dejan de valorar aspectos puramente futbolísticos por llevarse una buena tajada…¡Si casi no tienen estadios de primer nivel!

Para la FIFA no hemos sido merecedores de ser sede de un Mundial, aunque, siempre quedará 2026, que no sé si tendremos la suficiente paciencia como para presentarnos para ese año. O mejor ir pensando en acoger una Eurocopa, que tal vez tengamos más opciones, simplemente por una cuestión matemática: a menos número de países, más posibilidades, ¿o no? Tal vez estamos gafados…

En fin, Rusia y Qatar, dos novatas en esto de celebrar Mundiales. Pero para los periodistas deportivos que soñamos con estar allí algún día, son dos grandes destinos. Espero poder contárselo desde allí.

jueves, 2 de diciembre de 2010

El momento duro de la semana

Lo sé. Lo sé. De verdad que lo sé. Ya no puedo prolongarlo más. Me gustaría, pero no puedo. Ha llegado el momento más duro desde el lunes por la noche. Tener que escribir sobre el Barça-Madrid. ¡Nooo!

Y, ¿qué quieren que les diga? Ya está prácticamente todo dicho: sólo había un equipo en el césped, y no era el mío; dieron un baño al rival, y sí era el mío; el contrario estaba desquiciado porque no le salía nada, también era el mío…Menos mal que no lo vi, aunque creo que ése fue el error. Desde que tengo uso de razón sólo me he perdido dos Clásicos. ¿Se imaginan cuáles? Sí, el 5-0 del lunes y el 2-6 de hace dos años…A partir de ahora no dejaré de ver ni uno más…¡Cómo duele!

Siento, como todos los madridistas, vergüenza: no pensaba que hubiera tanta diferencia entre ambos equipos este año. Parecía que estaban más igualados que otras temporadas. Pero eso no se vio en el campo. Incluso pensé, en algunos momentos previos al partido (pobre de mí) que se podría dar un 0-0. ¡Qué inocente!


Ahora es cuando me planteo...¡No, cambiar de equipo, no. Con eso se nace y se muere! Como digo, ahora es cuando me planteo si tal vez sí fue un error garrafal traspasar a Drenthe al Hércules, porque, a lo mejor, el lunes sí nos hizo falta su velocidad, aunque después pierda el balón, o no la meta en la portería ni estando vacía. También es verdad que eso fue el año pasado y que éste está haciendo una gran temporada en el equipo alicantino…Pero, no sé, supongo que intento buscar soluciones o justificaciones donde no las hay.

¡Cómo estarían Raúl en Alemania y Guti en Turquía! Yo creo que no cogieron un avión y volaron hasta el Camp Nou por el temporal, (meteorológico, no de goles, que también)  porque seguro que sintieron la misma desesperación, angustia y vergüenza que el resto de madridistas. Y, además, la impotencia propia del que es jugador, y ha protagonizado decenas de Clásicos, y, encima, viéndolo por la tele, no puede hacer nada.

Simplemente me queda felicitar al rival, por el gran partido que planteó, y recordarles que queda la vuelta, y ésa no será tan fácil de ganar. Siempre y cuando la suerte de Europa no cruce nuestros caminos antes en Champions o una final de Copa del Rey. Creo que este año tendremos Clásicos para rato.

El regalo de Navidad de la UEFA

Más que una jornada de reflexión, en esta ocasión, he necesitado un par de ellas, porque el tema creo que no tiene precedentes. No entiendo cómo la UEFA hace su agosto a costa del Real Madrid con algo tan tonto como que dos jugadores busquen una segunda amarilla para poder estar en octavos de la Champions limpios de tarjetas.


¿No saben, señores de las altas esferas futbolísticas, que quien hace la ley hace la trampa y que esa acción no debería estar penada? Porque sino, ¿qué deberían hacer? ¿Partirle la pierna al rival para que fuera más clara? Ganaban por 0-4, lo de perder tiempo cuando sólo quedan tres minutos es absurdo, sí, pero el Ajax ya no podía hacer nada, no pudo durante 90 minutos menos lo va a hacer en el descuento…

¿Tan mal están los sueldos por la UEFA que tienen que multar de esta manera? La cifra es escandalosa: más de 200.000 euros en total. ¿La crisis ha llegado al organismo europeo y no tienen con qué comprar los regalos de Navidad? Y lo más irónico es que dejan sin sancionar a verdaderos carniceros del terreno de juego, como De Jong, o no cierran estadios por uso de bengalas…¡Que lo que hizo el Madrid no fue violento ni antirreglamentario! Vale, que no fueron muy discretos, pero no para llegar a esto. En fin, ver para creer…

Con acciones como ésta han creado un precedente que contribuye a que el fútbol deje de ser un juego de pillos, en determinadas ocasiones. Y todos sabemos que en nuestro país se estila mucho la pillería. Sólo quiero saber si en futuras ocasiones harán lo mismo con otros clubes que hagan uso de la misma estratagema, siendo indiferente el escudo que sus jugadores lleven en el pecho, y llámese como se llame. Porque sino podríamos hablar de un Villarato con mayúsculas.

Al menos sólo se ha quedado en un partido de suspensión para Xabi Alonso y Sergio Ramos, el que les correspondía por ser expulsados, aunque los dos a Mourinho me parece demencial, y la multa a los porteros madridistas, eso sí que no tiene nombre.

¡Ah! Ya que estamos. Como se les da muy bien recolectar dinero blanco, a ver si en la próxima ocasión les confiscan un Audi, que es lo que he pedido como regalo de Navidad. Muchas gracias, señores de la UEFA.