Sucio, rastrero, malintencionado, intolerable…Así (y con algún calificativo más que se les ocurra, que seguro que hay muchos) se podrían definir las palabras del conocido doctor Eufemiano Fuentes, insinuando que si él hablara la Selección Española de Fútbol no tendría ni Eurocopa ni Mundial. Y cuando digo conocido me refiero a que siempre está, qué casualidad, implicado en casos de dopaje: en ciclismo y atletismo (de momento, que sepamos) desde los años ochenta. Y suma y sigue.
Lo que no entiendo es cómo sigue ejerciendo la medicina, bueno sí, porque, por ejemplo, con relación a la Operación Puerto de 2006, donde, como no, está imputado, todavía no se ha celebrado la vista oral, así que “normal” que siga habilitado. ¡Esto es de país tercermundista! ¿Tan pocas pruebas tienen de que está enredado siempre con el doping? Y lo que es peor, por su culpa, puede que incluso lleguemos a dudar de los logros españoles conseguidos en los últimos años en deportes como atletismo o ciclismo. Y recuerdo que a la vuelta de la esquina están las próximas Olimpiadas.
Pero lo que es más intolerable es que encima pretenda manchar el buen nombre, la deportividad y el mérito de los jugadores y el cuerpo técnico y médico de La Roja, insinuando que también ha habido dopaje en estos profesionales. Es verdad que el fútbol no está exento de doping. Ha habido casos muy sonados como el de Gurpegui con nandrolona, o aquellas famosas imágenes de un joven Cannavaro en la Juventus inyectándose neotón.
Pero de ahí a que se le ocurra sembrar la duda sobre los hombres de Aragonés y los de Del Bosque es inaceptable. Sólo por eso habría que inhabilitarle de por vida y encerrarle. Además, como dijo Xavi Hernández, respondiendo al doctor, también se les hace controles antidopaje, y más en competiciones de tan alto nivel, y siempre han dado negativo. Así que ahora vete intentando demostrar que es verdad lo que has insinuado, listillo.
Hay que recordarle a Eufemiano que el fútbol es un deporte de equipo, que si te dopas, sí, tal vez llegas antes a un balón o aguantas mejor los 90 minutos, pero ni de broma mejoras en técnica, que es en lo que prácticamente se basa este gran deporte, y mucho menos haces mejorar a tus compañeros que no se dopan, así que, ¿de qué te sirve el doping en el fútbol? Y, ¿de qué te sirve a ti, Eufemiano, intentar ensuciar la imagen de nuestros futbolistas campeones? ¡Qué manera más rastrera de escurrir el bulto!
Así que, ya sabes doctor, ¡ni se te ocurra tocar a mis chicos!
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