Rusia y Qatar. Destinos llamativos, diferentes el uno al otro, con opciones de ocio y entretenimiento dispares, pero con una similitud desde el pasado jueves: ambos acogerán un Mundial de fútbol. Los primeros en 2018 y los otros en 2022.
Ahora ya no podremos decir eso de qué se nos ha perdido en estos países para ir a visitarlos. Pues vayan ahorrando dinero porque sí se nos ha perdido algo: España jugará allí estos Mundiales. Y mientras, nosotros compuestos y sin la competición más importante de selecciones de fútbol.
La candidatura ibérica, por lo visto, sólo nos cuajó a españoles y portugueses, que íbamos muy confiados de nuestras posibilidades, por contar con los mejores y mayor número de estadios, con unas buenas infraestructuras y transportes, siempre y cuando a los controladores no les dé por ponerse malos todos el mismo día y a la misma hora.
Pero eso no fue suficiente para convencer a Blatter y compañía, además de los petrodólares, un asunto en el que no voy a entrar, porque me parece demencial, ya que se dejan de valorar aspectos puramente futbolísticos por llevarse una buena tajada…¡Si casi no tienen estadios de primer nivel!
Para la FIFA no hemos sido merecedores de ser sede de un Mundial, aunque, siempre quedará 2026, que no sé si tendremos la suficiente paciencia como para presentarnos para ese año. O mejor ir pensando en acoger una Eurocopa, que tal vez tengamos más opciones, simplemente por una cuestión matemática: a menos número de países, más posibilidades, ¿o no? Tal vez estamos gafados…
En fin, Rusia y Qatar, dos novatas en esto de celebrar Mundiales. Pero para los periodistas deportivos que soñamos con estar allí algún día, son dos grandes destinos. Espero poder contárselo desde allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario