Recuerdo cuando a principio de temporada, más o menos a finales de septiembre, José Mourinho, ante la continuidad de su equipo de no marcar goles (Mallorca y Levante), o hacer sólo un tanto (Osasuna) o dos (Real Sociedad), y errar ocasiones cantadas, dijo sabiamente: “Algún día alguien pagará todo lo que estamos fallando”, y así llegaron las goleadas: al Deportivo de la Coruña en casa (6-1), al Málaga en La Rosaleda (1-4) y al Rácing de Santander en el fortín blanco (6-1).
Yo creo que Mourinho volvió a decir esto, o al menos volvió a pensarlo -tras empatar a cero en Riazor-, visto lo visto el jueves en el Bernabéu: la goleada que el Madrid endosó al Málaga. ¡7-0!. Aunque esto no es nuevo. Todos sabemos que Cristiano Ronaldo consiguió su quinto hat-trick esta temporada (para los que estaban preocupados por su estado anímico y que el pobre no marcaba goles…), Benzema hizo dos (fue el que abrió la lata con un golazo con el exterior), y Di María y Marcelo, uno cada uno.
Lo que a lo mejor sí es nuevo para algunos es que de esta manera el Real Madrid ha vuelto a encontrar su juego, y ya lleva 20 victorias consecutivas en casa. Y Cristiano Ronaldo vuelve a ser pichichi de esta Liga, con 28 dianas. Y Özil y Di María volvieron a hacer un partidazo. Y hasta Canales, que sólo jugó media hora, se salió, y casi logra su tanto, aunque medio gol del tercero del luso fue de él, por su gran asistencia.
Lo peor, que el tercer gol de Cristiano vino con lesión. Teniendo en cuenta que es el único jugador de campo que ha disputado todos los minutos de la Liga, menos los diez últimos de ayer, su cuerpo, en concreto su femoral izquierdo, dijo hasta aquí. A menos sólo serán de 10 a 15 días, y para la vuelta de Champions estará listo. Aunque este tío es capaz de recuperarse en tiempo récord, y seguro que esta vez también lo hará.
Por quien lo siento es por Pellegrini, creo que no merecía tal goleada. Aunque he de decir que me sorprendieron las palabras del chileno en rueda de prensa después del partido. De hecho, me llevó a preguntarme si el viernes en Málaga no estarían mosqueados porque el técnico dijo literalmente: “No veníamos con la intención de disputar los puntos. Era un mero trámite”. ¡Qué manera de tirar el partido antes de jugarlo! Si eso lo llega a decir Mourinho, hoy en Málaga estarían recogiendo firmas para largarle del país, porque si tras decir que si le echaran del Madrid no entrenaría al equipo andaluz se le subieron encima, imagínense si dice tal cosa.
En definitiva, que Cristiano Ronaldo, Di María, Marcelo y Benzema fueron el jueves el séptimo de caballería que necesitaba el Madrid, que requería Mourinho. Llegaron al rescate del equipo, aparecieron cuando más se les necesitaba para dar tres puntos valiosos al conjunto blanco, para seguir respirando. Ahora sólo toca esperar que sigan haciendo lo mismo en lo que resta de Liga y que al Barça también le llegue su momento de bajar la guardia, de pinchar. ¡De ilusiones se vive!
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