domingo, 13 de marzo de 2011

No estaban muertos…y tampoco de parranda

Siempre he sido una enamorada de la música, pero sólo de la buena música. Y hoy me ha venido a la cabeza ese temazo del grande de la rumba catalana, Peret, el tan conocido ‘El muerto vivo’, y esa pegadiza letra: “Todos lo dieron por muerto…y no estaba muerto, no, no, estaba tomando cañas, lerelere…No estaba muerto, estaba de parranda...”. Seguro que les suena, ¿verdad?

Y he recordado esta canción por dos a los que, en ocasiones, se les ha dado por muertos…futbolísticamente hablando: Karim Benzema y Raúl González Blanco. Sobre el francés, a día de hoy, ésta es la ecuación merengue: 2+2+2 = Benzema. Porque Karim suma de dos en dos, tres dobletes en tres partidos seguidos. Algo que en siete años sólo han conseguido los últimos dos Balones de Oro: Cristiano Ronaldo y Messi. ¿Será ésta una premonición?

En el partido ante el Hércules, el de Lyon marcó dos nuevos goles: el primero a pase de Arbeloa, que recibe del ‘mago’ Özil, y el francés no perdona delante del portero alicantino; y el segundo, tras un pase largo del gran Di María. El resto lo hizo todo Karim: la carrera, el regate y el golazo.

Benzema ahora es ‘Karim Palomo, yo me lo guiso yo me lo como’: lidera el ataque, pide a sus compañeros movilidad y ejecuta de maravilla. Como dijo Mourinho tras el partido: “Benzema está haciendo cosas que no hacía nunca”. Y que siga así mucho tiempo, y, sobre todo, que los madridistas lo veamos y lo disfrutemos.

En cuanto a Raúl, ¿qué decir del eterno siete? En los últimos años muchos le habían matado y enterrado, pero el Gran Capitán sigue más vivo que nunca y, como no, sigue siendo el más listo de la clase, el pillo. En el último partido con el Schalke se escondió detrás del portero y cuando éste iba a sacar en largo se metió en medio, provocando que el cancerbero lo derribara y creando un penalti, que después transformaría otro español, Jurado, contribuyendo a la victoria del conjunto minero. Si es que sabe más el diablo por “viejo” que por diablo…La pillería no se va perdiendo con los años, más bien se va acentuando. ¡Grande Raúl!

Así que Benzema no estaba muerto ni de parranda. Simplemente estaba trabajando, se estaba preparando en la sombra para su resurgir, como el Ave Fénix. Al igual que Raúl, que va camino de su cuarta Champions, aunque sin la camiseta del Madrid, pero con el escudo blanco en el corazón. ¡Qué bonita sería una final Real Madrid-Schalke 04! Pero vayamos paso a paso: la piel del oso sólo se vende cuando se ha cazado. Ahora toca pensar en la vuelta de los octavos ante el Lyon.

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