Así vamos a terminar después de tres semanas de Madrid-Barça, en concreto de cuatro clásicos en dieciocho días: uno en Liga, otro en Copa y dos en Champions.
Ocho años después el Madrid vuelve a unas semifinales de Liga de Campeones. Gracias a cinco goles: dos de Adebayor, uno de Di María y dos de Cristiano Ronaldo. Uno de ellos en White Hart Lane, un potentísimo disparo del luso, tanto que a Gomes ‘Manos de mantequilla’ se le resbaló el balón y acabó en la red, sin que pudiera hacer nada para evitarlo. Esperemos que este gol se lo den al portugués y no al portero…
Y, ¿cómo llega el Madrid a estas semifinales? ¡Invicto! Y con unos buenos números: no ha perdido ni un solo partido, ha ganado ocho y empatado dos, con 24 goles a favor y tan sólo 3 en contra. ¡Grandes números, sí señor!
Además, Mou no se anduvo con reservas. Salió con todo: con cuatro de los cinco jugadores que si veían una amarilla se quedaban sin jugar la ida de las semifinales, que es lo que le pasará a Carvalho, pero no a Ramos, Cristiano Ronaldo, Di María ni Albiol. Tal vez, a priori, podía parecer demasiado arriesgado, pero le salió bien al técnico blanco, que volvió a oír corear su nombre, no en el Bernabéu, sino en White Hart Lane.
Ahora habrá que ver qué hace Mourinho el sábado, en el primer clásico, la vuelta de Liga, el único que se puede permitir perder, siempre y cuando se gane la final de la Copa del Rey y las semis de Champions. Para ello, espero que el buen partido que hizo el Madrid en Londres y en el Bernabéu lo repita donde y cuando debe hacerlo: en los clásicos.
Sólo se lo tienen que creer. Tienen que creerse que son capaces de ganar al Barça, porque es posible, y aunque se pierda el de Liga (¡Qué más da estar a ocho puntos que a once!), que no se desmotiven para los siguientes, que son los importantes…
Como importante es lo que está consiguiendo Raúl en Alemania. Hoy mi alegría es doble, porque el eterno capitán, el siete de España, de Europa y ahora del Schalke, también está, ocho años después, en la semifinal de la Liga de Campeones, pero sin el Madrid.
¡Qué bonita sería una final Real Madrid-Schalke! Y puede darse. Raúl hizo un golazo ante el Inter, tras un gran pase de un canterano blanco, Jurado, recortando ante el portero, rememorando ese golazo que marco al Valencia en la final de la octava orejona para el Madrid. Y además, dio una gran asistencia en el segundo gol de los alemanes. ¡Grande Raúl!
En fin, que empiece la cuenta atrás, que arranque el empacho de clásicos. Y que gane el que más lo merezca. ¡Ahora toca disfrutar!
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