lunes, 25 de abril de 2011

Set y partido para el Madrid

En una semana de tenis por excelencia, debido a la celebración del Conde de Godó, que finalmente se adjudicó otro madridista de pro, Rafa Nadal, el Real Madrid le endosó al Valencia un 3-6 en Mestalla

El Madrid jugaba tranquilo, sin presión. Se les veía muy cómodos, como si ellos fueran los locales. Aunque después de la final de la Copa del Rey podrían serlo, dada la suerte que dio ese estadio a los blancos. Ante el Valencia presionaron desde el principio, a pesar de salir con los teóricos suplentes. Y digo teóricos porque se trataba de Kaká, Higuaín, Benzema, etc. ¡Menudos suplentes que tiene Mourinho en el banquillo!

El partido comenzaba con un Canales enchufado, aunque después perdió protagonismo, en detrimento de los tres delanteros blancos. Benzema sumaba un nuevo larguero, un derechazo tras un gran pase de Kaká. Aunque después vino el gol del francés, el 22 de esta temporada en su cuenta personal, la mitad de ellos en Liga.

Hacía tiempo que no veíamos a Kaká en el once blanco, y fue muy bueno su regreso a la titularidad: marcó dos tantos, uno de ellos un golazo con caño incluido a Stankevicius, y dio dos asistencias. El brasileño ganaba siempre la posición y la espalda al rival -y eso que venía de una larga lesión-. Al menos durante 70 minutos, porque después se le empezó a ver cansado. Eso sí, el partido del sábado evidenció una gran conexión Kaká-Higuaín.


En cuanto al argentino, también estuvo rápido y pillo, al más puro estilo Raúl, y así lo demostró en sus tres goles, especialmente en el primero, en el que fue más listo que Mathieu y consiguió zafarse de él, para empujar el balón lo justo y que entrara en la portería de Guaita. Cinco meses y una operación de hernia después, marcaba el Pipita, que no lo hacía desde el 20 de noviembre ante el Athletic de Bilbao.

Así que en el 38 ya habían marcado los tres delanteros del Madrid. Y, además, en el once debutaba el enésimo canterano con Mourinho: Nacho Fernández, que, a pesar de que fue el Pipita el que hizo el hat-trick, se llevó el balón a casa, para no olvidar jamás que formó parte de ese 3-6 en Mestalla, el estadio donde la Copa del Rey volvió a las vitrinas del Bernabéu 18 años después.

En fin, que los ‘suplentes’ demostraron que no daban la Liga por perdida. Jugaron ante el Valencia como si todavía pudieran obrar el milagro y llegaron, después de ocho años, a los 125 goles blancos en toda la temporada. El Valencia sólo tenía que hacerle el pasillo al Madrid, no dormirse en los laureles, aunque también es verdad que los de Mourinho salieron enchufadísimos. Los suplentes sabían que tenían la oportunidad de demostrar que pueden ser titulares, y no la desaprovecharon.

Así celebró el Madrid la Copa. Menos mal que el Valencia espabiló mediada la segunda parte e hizo tres goles, para dar mayor emoción a un encuentro que los de Mourinho empezaron a ganar en el pasillo.

Moraleja: Mourinho plantea la táctica que le interesa en cada partido, siempre en función del rival. Como hace Rafa Nadal. Y en esta ocasión el set y el partido fueron para el Madrid.

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