‘Hasta el final, vamos Real’. Así rezaba la pancarta gigante que se mostraba en la grada del Bernabéu antes de que arrancara el encuentro que ha hecho regresar al Madrid grande de Europa, al Madrid de las ilustres noches blancas, al de los olés en el feudo de Chamartín.
El de la ida de los cuartos de Champions ha sido un partido en el que se han demostrado muchas cosas. La primera que Adebayor, ‘Manolito’ para los amigos, sí aparece en las grandes citas. Y lo hizo a lo grande, como es él, con dos goles de cabeza que animaron, aún más si cabe, a una afición que no paró de arengar a los suyos ni un momento, y que disfrutó, como hacía tiempo no se recordaba, de un partido de Liga de Campeones. Así que Manolito ya es Adebayor de Europa.
Otra cosa que evidenció el encuentro es el typical juego sucio inglés que puso Crouch en el césped, justamente expulsado por dos entradas a destiempo a Sergio Ramos y a un Marcelo que, todavía en el suelo, no pudo evitar celebrar la roja del larguirucho del Tottenham como si de un gol se tratara.
Y hablando del brasileño, cómo se nota cuando faltan él y Xabi Alonso en el once del Madrid. Cómo ganó ayer el equipo con estos dos en el campo: en efectividad, creación, ocasiones, verticalidad, control del balón…La pena es que a Özil se le viera menos, aunque ahí estaba, como Di María. ¡Qué golazo el del argentino por toda la escuadra!
Y para redondear, no podía ser menos. Cristiano Ronaldo volvió, tras su lesión, con un golazo de volea, a pase de otro que también volvía a Europa, Kaká, qué solo estuvo 15 minutos en el césped, pero que dieron mucho de sí. Y que siga dando.
Eso sí, menos mal que no echaremos en falta, a menos a priori, el penalti no pitado a favor de los de Mourinho por manos, más que claras, de Dawson en el área, ante un disparo de Di María. Espero no tener que echarlo de menos en la vuelta, donde no estará Pepe, por ver la amarilla. Eso sí, habrá que tener cuidadito con Bale y los balones largos: son la única manera en la que el Tottenham puede crear algo de peligro sobre la portería de San Iker. Y que conste que soy prudente: hasta que no termine el partido de White Hart Lane…
En fin. Que las grandes noches europeas tenían que volver al Bernabéu…y a San Siro. Allí, el Schalke de Raúl grande de Europa se imponía por 2-5 al vigente campeón de la Liga de Campeones, y él firmaba su gol 70 en esta competición. ¡Qué grande es el eterno siete! A falta de la vuelta, en la que los de Leonardo lo tienen muy complicado, los alemanes pueden estar, por primera vez en su historia, en unas semifinales de Champions. Ocho años después, el Madrid y Raúl, por separado, pueden llegar a esas semis. Y, ojalá, a la final soñada en Wembley.
Así que sí: hasta el final irá el Real. ¡Éste sí es mi Madrid! Ya lo decía hace unas semanas: ¡qué bien suena el himno de la Champions en el Bernabéu!
No hay que vender el oso antes de cazarlo, pero ya nos tocaba también ir a un partido de vuelta un poco "tranquilos"......y saber que las semis están un poco más cerca que ayer.......HALA MADRID!
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