En esta vida todo llega a su fin, por mucho que nos cueste y por mucho que al principio parezca que los ciclos, los momentos, las semanas y el tiempo no vayan a tener ocaso. Pero así es. “Cuatro clásicos en 18 días”, decíamos hace casi un mes con los ojos abiertos como platos. Y hoy, 4 de mayo, todo se ha acabado. ¡Qué poco dura lo bueno! Y, ¿qué vamos a hacer ahora sin Madrid-Barça hasta agosto, cuando se juegue la Supercopa de España?
Pues seguiremos hablando de ellos. Al menos, de momento. He de reconocer que yo era de las que pensaban que acabaríamos de los clásicos hasta los mismos, que estaríamos empachados, que cuatro partidos eran muchos…Y hoy, para mi sorpresa, ya estoy nostálgica. Han dejado tantas cosas: dos empates y una victoria para cada uno. La del Madrid supuso la Copa del Rey y la del Barça el pase a la final de la Champions.
Pero centrémonos en el de ayer. El Madrid salió arriba, presionando y robando balones. En los primeros minutos, el Barça no era el del tiki taka (hoy llamado ‘tiki atraka’ por muchos madridistas), y tampoco le hacía falta, ya que llevaba ventaja en la eliminatoria. El Madrid estaba encerrando a los de Guardiola en su campo. Por primera vez, después de la primera parte del partido de Copa, habían arrancado un partido como yo esperaba. Además, el trabajo defensivo de Lass fue muy bueno.
En el 39 llegó la oportunidad más clara para los de Karanka, con una contra que inicia Xabi Alonso, cambiándole en largo a Cristiano Ronaldo, que da un pase genial a Di María, aunque al argentino se le adelantó Valdés y no tuvo espacio para empujarla. El Barça tenía las ocasiones más claras del encuentro, pero Iker estuvo muy bien en sus intervenciones.
Pero el árbitro se dedicó a pitar todas las faltas a favor del Barça y no del Madrid. De hecho, se podía comprobar que cada vez que el público del Camp Nou gritaba y silbaba, el árbitro automáticamente pitaba falta a favor del Barça. Suerte que no la pitara en contra del Madrid cuando el espontáneo payaso culé saltó al césped cuando iba a comenzar la segunda parte, porque yo pensé que le sacaba la amarilla a Cristiano Ronaldo y todo…Pero se contuvo el belga.
Eso sí, alucinante, increíble, de coña, impresionante, escandaloso y todos los calificativos que se les ocurran para lo que pita el árbitro en el gol anulado a Higuaín, con falta previa de Piqué sobre Cristiano Ronaldo, pero pitó cuando el luso tira a Mascherano cuando está en el suelo…Ni ley de la ventaja, ni gol del Pipa, ni falta para el Madrid, ni nada, bueno sí, gol anulado…Ver para creer, aunque ni viéndolo todavía me lo creo. Y lo peor es que estaba delante de la jugada. Si es que, ya se sabe, no hay más ciego que el que no quiere ver.
Y cuando más estaba llegando el Madrid, en una contra marca Pedro. Pero a los 10 minutos, y tras un disparo al palo de Di María, después de hacer un gran recorte a Mascherano, al que deja sentado, el rechace le llega a Marcelo (menos mal que llegaba un rechace a los blancos, porque he llegado a pensar que las botas de los del Barça llevan imanes para que el balón se les pegue siempre). A lo que iba, pues el brasileño puso el empate en el marcador.
Que fuera Marcelo el que marcara, no le tuvo que sentar muy bien a los culés del Camp Nou, ya que, en varias ocasiones, tanto él como Adebayor recibieron gritos simiescos de una afición a la que Rosell había pedido civismo. Si en todos lados cuecen habas, pero esta vez le toca a los del Camp Nou. Como si en el Barça no hubiera un Alves, Keita o Abidal, al que irónicamente después coreaban su nombre. ¡Es vergonzoso que esto siga pasando en los campos del fútbol!
Pues, como decía, el gol de Marcelo es el primero que hacía el Madrid en el Camp Nou desde 2007. Bueno, el primero realmente fue de Higuaín, pero al parecer en Bélgica eso no es gol, es falta de uno que está rodando por el césped…¡Manda…!
Ah, y que no se me olvide: Mascherano también ha entrado en el club del ‘Óscar al Mejor Actor’. Yo creo que cuando llegan a La Masía le dan un cursillo acelerado de teatro. ¡Qué manera de retorcerse en el suelo, qué expresión de sufrimiento…y todo sin tocarle! Primero mira al árbitro y cuando lo tiene bien ubicado, empieza a gritar, al más puro estilo Busquets. ¿Todavía no se han dado cuenta de la mala imagen que dan, en un estadio repleto de cámaras? Y encima dejó un par de faltitas, y ni siquiera vio la amarilla: un pisotón a Arbeloa, y otra a Cristiano. Pero claro, va de azulgrana.
Eso sí, me sorprendió cuando le sacó tarjeta a Pedro, por una falta sobre Lass, que ni va a disputar el balón ni nada. Yo creo que se equivocó o algo, y ya era tarde para rectificar y sacársela a Lass por provocar. Creo que todos pilláis la ironía. Pero le perdona al tinerfeño la segunda amarilla por estorbar a Iker en un saque. Eso es amarilla de libro, y a él se la perdona. Eso sí, a Van Persie en su día no se la perdonaron por tirar a puerta cuando había pitado el árbitro, y también era de libro…¿Diferentes varas de medir?
El gesto de Casillas lo decía todo, y no sólo fue por el gol anulado sino por cada falta que no se pitaba a favor del Madrid, cuando tenía que haber sido así. Que el Madrid no jugó bien, vale, pero el madridismo siempre dijo que contra 11 no les ganaban y ahí está la prueba: 11 contra 11 el Barça no puede con el Madrid.
En fin, 24 horas después del último clásico, sólo me queda alabar la actitud deportiva de Xabi Alonso al final del encuentro felicitando a los jugadores del Barça. Y la de Arbeloa abrazando a Piqué al concluir el choque.
Hoy sigo siendo madridista, tal vez un poquito más, si eso es posible. Y, sí, estamos fuera de la Champions, pero con la cabeza bien alta. Sin complejos. Con casta y honor.
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